La publicidad de alimentos dirigida a los niños ha sido objeto de preocupación debido a su influencia en el comportamiento alimenticio y su contribución a la epidemia de obesidad. La evidencia muestra que la mayoría de esta publicidad promueve productos poco saludables y atractivos, lo que puede llevar a un consumo excesivo. En este blog, hablo de los efectos de la publicidad de alimentos en el comportamiento alimenticio de los niños y de cómo los profesionales de esta área debemos hablar más sobre esta problemática.
Generación de antojo más que de una marca
Estudios han demostrado consistentemente que la exposición a la publicidad de alimentos tiene un efecto en los comportamientos alimentarios poco saludables de los niños. Los niños son más propensos a elegir y consumir alimentos poco saludables después de ser expuestos a señales alimentarias en la publicidad, especialmente en el caso de snacks. Además, la publicidad de alimentos crea asociaciones condicionadas que generan antojo y desencadenan respuestas de comportamiento alimentario. Es importante destacar que estos efectos ocurren a nivel de categoría de alimentos en lugar de marcas específicas. Es decir, los niños no necesariamente consumen una marca anunciada en particular, sino que cualquier marca dentro de la misma categoría de alimentos pueda satisfacer ese antojo.

No todos los niños procesan y reaccionan a la publicidad de alimentos de la misma manera. Las diferencias individuales en impulsividad y sesgo atencional pueden modificar la dirección y la fuerza del efecto de la publicidad en el comportamiento alimentario. Algunos niños son más susceptibles a los efectos de los ‘advergaming’ (juegos para publicitar una marca) y muestran un mayor consumo de snacks energéticos. Además, se ha encontrado que las respuestas neurológicas a los anuncios de alimentos predicen el aumento de peso en el futuro, lo que respalda la idea de diferencias individuales en la susceptibilidad neural a la publicidad de alimentos. Estos factores individuales son componentes clave en el modelo teórico propuesto.

Se necesitan más estudios para comprender mejor los mecanismos subyacentes y los factores de susceptibilidad individual. Además, se debe investigar el impacto de las nuevas formas de publicidad de alimentos y explorar intervenciones que puedan reducir la susceptibilidad de los niños a las señales alimentarias y protegerlos del consumo excesivo de alimentos poco saludables.
¿La industria publicitaria debe ser más responsable?
La publicidad de alimentos dirigida a los niños plantea preocupaciones significativas en términos de salud pública. Es hora de tomar medidas audaces para restringir la exposición de los niños a este tipo de publicidad y desarrollar estrategias de intervención basadas en evidencia. La protección de la salud y el bienestar de los niños debe ser una prioridad en la lucha contra la obesidad infantil. Juntos, podemos hacer una diferencia y asegurar un futuro más saludable para las generaciones venideras.
Conclusiones
Como profesionales del marketing y publicidad, es crucial abordar el tema de la publicidad excesiva de productos alimenticios poco saludables, no solo en relación a los niños, sino en términos generales. ¿Dónde trazamos la línea? ¿Quién establece ese límite? Al final del día, son seres humanos quienes están expuestos a este tipo de anuncios y debemos considerar el bienestar en su conjunto. Es fundamental reflexionar sobre nuestras responsabilidades como profesionales de la industria y tomar medidas para promover mensajes publicitarios que fomenten hábitos alimentarios saludables en lugar de contribuir a la problemática de la mala alimentación.
Fuente: Folkvord, F., Anschütz, D. J., Boyland, E., Kelly, B., & Buijzen, M. (2016). Food advertising and eating behavior in children. Current Opinion in Behavioral Sciences, 9, 26-31.